viernes, 20 de abril de 2012

          Realidad económica de la mujer Chilena

Las diferencias económicas entre las distintas clases sociales son evidentes en nuestro país, generando una situación de vulnerabilidad permanente en las clases inferiores producto de esta desigualdad económica y social. Esta brecha de desigualdad se hace aún mayor cuando del género femenino se trata.

Realidad económica de la mujer Chilena.

La mujer Chilena recibe un salario, en promedio, un 20% menor al que cobra un hombre de cualquier grupo etario, nivel de educación, y tipo de empleo (sea por cuenta propia, empleador o empleado), tanto en empresas grandes, como pequeñas.

La mujeres, no sólo enfrentan más dificultades que los hombres para conseguir empleo sino que, en general, poseen más estudios (una mayor profesionalización) que los hombres pero, a pesar de esto, ganan menos.

Antes de que comenzara la recesión global, el desempleo afectó mucho más a mujeres que a hombres. Había una tasa de cesantía del 6.9% en hombres, mientras que la cifra alcanzaba el 9.5% en el caso de las mujeres.                
                                           
                                             

Si bien, los problemas de género son evidentes en el tema laboral y económico, no podemos desconocer que la realidad económica de la población en general es preocupante. En Chile, el sueldo mínimo es de $182.000, una cifra que se contradice con el estilo de vida que impone la sociedad. Si tenemos en cuenta  que el valor de un pasaje de metro (transporte casi obligatorio para las familias de clase media y clase media baja) es de $620 en horario punta, nos podemos dar cuenta de que el gasto fijo, en un mes de 30 días, sólo en el transporte de una persona es de, aproxidamente, $37.200.

Cientos de ejemplos como este, junto al simple hecho de conocer la realidad de nuestro país y el costo de vida de las personas en promedio, nos hace darnos cuenta que el sueldo no alcanza, que llegar a fin de mes para muchos hogares resulta una tarea devastadora, y que la calidad de vida  es casi nula, provocando que las familias chilenas ya no vivan, si no que sobrevivan al sistema diariamente, en una realidad cíclica que va de generación en generación, convirtiéndolos en esclavos del retail y las deudas, porque el dinero no alcanza para vivir dignamente.
                                             
                                           
Esta situación afecta tanto a hombres como a mujeres y si bien, las mujeres somos focos de mayor desigualdad y discriminación, no podemos hacer caso omiso a esta realidad ya que, ante todo, somos ciudadanas de nuestra nación, y buscamos igualdad en todos los aspectos, por eso debemos manifestarnos, sacar la voz por nosotras y nuestro pueblo.

Y no permitir desigualdades de este tipo:

Tabla de sueldo de la clase parlamentaria de nuestro país, quienes supuestamente tiene la labor de velar por nuestros intereses y representarnos de manera adecuada.

Lástima que sus sueldos no representan en nada la realidad de nuestro país y fueron elevados sin explicaciones ni consentimiento del pueblo.








MUJER: Lucha, INFÓRMATE y saca la voz! 

viernes, 13 de abril de 2012


                                                        Femicidio

Femicidio es el nombre que se le atribuye  al  asesinato  de  mujeres como  resultado  extremo de la violencia de género, que  ocurre  tanto  en  el ámbito privado como público y  comprende aquellas  muertes de  mujeres a  manos  de  sus  parejas, ex parejas o familiares, asesinadas por acosadores, agresores sexuales y/o violadores, así como,  aquellas  que  trataron de evitar  la  muerte de  otra  mujer quedando  atrapados  en  la  acción femicida.

El crimen contra la mujer actualmente esta amparado por nuestra legislación:

 "La Ley Nº 20.480 de femicidio modifica el Código Penal, y reconoce su sanción legal.

La modificación al artículo 390, inc. 1º, del Código Penal, sobre el Parricidio, amplía el Parricidio a nuevos sujetos activos calificados, a los ex cónyuges o convivientes sin límite de tiempo ni de sexo. Esta es una nueva tipificación, pues figuras que hasta ahora habrían sido homicidios, ahora serán parricidio.

En el nuevo inc. 2º, para el caso especial en que la víctima del delito de parricidio sea el actual o ex cónyuge o conviviente del autor, el mismo delito se llama femicidio. Es la misma nueva figura penal del inciso primero, ya ampliado, pero con una denominación con efectos sólo denominativos.

Esto implica que no sólo las parejas actuales, sino que ex cónyuges y convivientes podrán ser acusados como autores de crímenes de femicidio"

Si bien, este es un gran avance de carácter proteccionista, es evidente que no es la solución al problema y que estos recursos sólo son utilizados en última instancia, luego de fallar como sociedad y permitir que exista una víctima más.

Los inicios del femicidio se encuentran en la violencia intrafamiliar, que se puede presentar en cualquier período de una relación de pareja, donde la víctima es sometida a una violencia constante e injustificada, llevándola al aislamiento, errada percepción de la realidad, baja autoestima, vergüenza por su situación y hasta sentimiento de culpabilidad, hasta tal punto, que justifica las agresiones en su contra.

La violencia se clasifica en:

Violencia psicológica: no es una forma de conducta, sino un conjunto “heterogéneo de comportamientos, en todos los cuales se produce una forma de agresión psicológica”.   Se puede definir también, que la violencia psicológica es una forma de maltrato que, a diferencia del maltrato físico, este es sutil y más difícil de percibir o detectar. Se manifiesta a través de palabras hirientes, descalificaciones, humillaciones, gritos e insultos.

Violencia física: puede definirse como aquella lesión física, de cualquier tipo, infringida por una persona a otra ya sea, mediante golpes, mordeduras, quemaduras o cualquier otro medio que sea susceptible de causar lesiones.

Ambos tipos de violencia están directamente relacionadas entre sí, a estos tipos de violencia podemos agregarle la violencia económica, sexual, social y el acecho como forma de intimidación.

Testimonio de una mujer agredida:

"Hasta el día en que me di cuenta de todo lo que le había permitido a mi esposo durante  años, sentía una falsa seguridad en mí misma. Pensaba que había hecho todo lo mejor  posible dando una y otra vez, ignorando y pasando totalmente por alto mis propias  necesidades; muriendo a mí misma para vivir en paz. 

No me explicaba por qué jamás había  podido alcanzar esa paz, especialmente en lo que a mi matrimonio se refiere. 

Mientras más daba, perdonaba y soportaba, más infeliz era. Creía que sacrificándome,  sufriendo un calvario, llegarían a cambiar las cosas y mi matrimonio llegaría a ser feliz. No  me daba cuenta de que me estaba destruyendo a mí misma y a mi esposo, por lo que le  permitía. 

Estaba cooperando con el mal, recompensándolo a él por cometerlo. Una y otra vez  durante mi matrimonio por largos años, toleré injusticias, no sólo contra mi persona, sino lo  que es aún peor, contra nuestros hijos. 
Llegué a considerarme una víctima y a sentir lástima  de mí misma. Creía erróneamente que todo esto me ennoblecería, me haría mejor cristiana.  ¡Qué equivocada estaba!

En el fondo todo era orgullo. Pensaba que tenía la potestad de hacer cambiar a mi  esposo, simplemente dedicando todas mis energías y mis constantes esfuerzos a hacerlo.  Cifré mi felicidad en él por completo, olvidándome totalmente de mí misma”.


                                      

¿Qué podemos ser si somos víctimas de algunas de estas manifestaciones de violencia?

Primeramente, ¡tenemos que comprender que la violencia intrafamilar es un DELITO!, y la ley nos ampara y protege.

Frente a la agresión, si no puedes huir o llamar a carabineros, no guardes silencio. Abre puertas y ventanas, grita y pide ayuda a tus vecinos para que llamen a carabineros.

Constata lesiones, guarda ropa, saca fotos a los objetos dañados o destruidos, como también a tus propias lesiones.

Avísale a tu entorno en la situación que te encuentras, familiares, amigos, vecinos y en tu mismo trabajo con el fin de crear redes de apoyo.

¿Dónde acudir?
Fono: 149 Servicio de 24 horas de Carabineros (llamada gratuita)
SERNAM: (02) 549 6100 (horario de oficina).
Sitio web: www.sernam.cl
DOMOS: (02) 344 0585 Orientación en la violencia de pareja (Lunes a viernes de 9:00 a 18:30 hrs.)
Sitio web: www.domoschile.cl
Ministerio Público: (02) 690 9100 Información sobre las fiscalías nacionales.
Sitio web: www.ministeriopublico.cl 
Tribunales de Familia
Sitio web: www.poderjudicial.cl

Es de vital importancia comprender que si bien estas herramientas están puestas a nuestra disposición, depende de nosotras hacerlas efectivas y obtener un real funcionamiento, es por esta razón que ¡TU DENUNCIA! ES MUY IMPORTANTE!, ¡eres la única que puede acabar este ciclo de violencia! Al denunciar te haces un bien a ti misma, a tu familia, y proteges a otras mujeres que puedan ser victimas de este tipo de violencia por el mismo autor.

Si eres testigo de este tipo de violencia, ¡también es tu responsabilidad ayudar! denuncia y dale tu apoyo a la victima.

                                         


Breve explicación de "La Ley Nº 20.480 de femicidio:
www.bcn.cl

¿Cómo se define el femicidio? 
Es el homicidio cometido contra la mujer que es o ha sido cónyuge o conviviente del autor del crimen. 

¿Cuáles son las penas por femicidio? 
El autor de femicidio será castigado con penas de parricidio, de presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo calificado. Es decir, podrá recibir una condena que puede ir de quince años de cárcel a cadena perpetua sin acceso a libertad condicional ni otra posibilidad de salida temprana. 

¿Hay un aumento de penas? 
Sí, pero sólo para el caso en que el agresor sea el ex cónyuge o ex conviviente de la víctima, en que la pena puede ser de quince años de cárcel a cadena perpetua. Hasta ahora, la pena por estos casos era de cinco a quince años de cárcel o, en algunos casos, de diez años de cárcel a cadena perpetua con posibilidad de salida temprana. 

¿Qué protección se ofrece a una potencial víctima de femicidio? 
• En los casos de violencia intrafamiliar, el hecho de que el denunciado se oponga de manera violenta a aceptar el fin de la relación sentimental que haya mantenido recientemente con la víctima, se entenderá como “situación de riesgo”, facultando al tribunal a decretar medidas de protección para la víctima. 
• Además el juez puede ordenar que el denunciado se presente regularmente en la unidad policial que el mismo magistrado determine. 
• Asimismo, todas las medidas de protección a las víctimas de violencia intrafamiliar que un juez dicte en su sentencia (como prohibir al ofensor acercarse o a compartir el hogar con la víctima, prohibirle poseer armas de fuego u obligarlo a asistir a programas terapéuticos) tendrán una vigencia máxima de dos años, y no uno, como hasta ahora.

MUJER: Lucha, INFÓRMATE y saca la voz! 


viernes, 6 de abril de 2012

                          Mujer&Derechos

"Considerando que la Carta de las Naciones Unidas reafirma la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos del hombre y la mujer:

La Declaración Universal de Derechos Humanos reafirma el principio de la no discriminación y proclama que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que toda persona puede invocar todos los derechos y libertades proclamados en esa Declaración, sin distinción alguna y, por ende, sin distinción de sexo. Debido a esto, los Estados Partes en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos tienen la obligación de garantizar al hombre y la mujer la igualdad en el goce de todos los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos, teniendo en cuenta las convenciones internacionales concertadas bajo los auspicios de las Naciones Unidas y de los organismos especializados para favorecer la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer. Asimismo las resoluciones, declaraciones y recomendaciones aprobadas por las Naciones Unidas y los organismos especializados para favorecer la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer".

La preocupación surge al comprobar que a pesar de estos diversos instrumentos las mujeres siguen siendo objeto de importantes discriminaciones. Somos las más fehacientes testigos de las contradicciones en las disposiciones de la ley que nos ampara y recibimos de manera directa los golpes de injusticia que nos proporciona esta sociedad.

Ya sea en materia de derecho de familia, laboral, eclesiástica o simplemente por nuestros propios prejuicios y estigmas sociales, que tenemos incorporados a nuestras conciencias de manera inherente, debido a la cultura en la que fuimos educadas y en la que seguimos coexistiendo con este machismo absoluto y radical, que se esconde de manera solapada en las distintas decisiones y juicios que la sociedad y que nosotras mismas aceptamos como el más despiadado de los verdugos contra nuestro género. A pesar de esto, debemos tener conciencia de la importancia de la alusión en las Naciones Unidas a las desigualdades de género, eso nos comprueba que es un tema latente a nivel mundial, y que cuenta con el apoyo (aunque sea de manera meramente diplomática) de una amplia mayoría internacional, que nos otorga herramientas para luchar contra las legislaciones de nuestros propios estados.



No es un camino fácil, ¡pero nos corresponde a nosotras la labor  fiscalizadora a la hora de decidir por nuestros derechos! Es en este punto, donde la participación de las feministas activas y mujeres en general se hace de vital importancia, ¡es necesario que nos informemos de la legislación de nuestro país!, que busquemos la forma de aprovechar las leyes que nos amparan  y tengamos plena conciencia de las debilidades, ¡informémonos del sistema para legislar a nuestro favor!

¡Seamos partícipes de esta era de cambios y despertar social!, ¡seamos actores activos y directos a la hora de defender nuestros derechos!, ¡informémonos y tomemos conciencia de lo que valemos y el poder que tenemos en nuestras manos, a la hora de decidir!


MUJER: Lucha, INFÓRMATE y saca la voz!